La mujer de la nueva sociedad será plenamente independiente en lo social y lo económico, no estará sometida lo más mínimo a ninguna dominación ni explotación. Por un mundo mejor, con justicia y dignidad para todos los seres humanos.
Científica, filósofa
y escritora india. Estudió física en la universidad de Panjab, India.
Posteriormente, realizó un máster en filosofía, en la universidad de Guelph y
en 1979 se doctoró en Física cuántica, en la Universidad Occidental de Ontario,
Canadá. Se inspiró en el movimiento Chipko, formado principalmente por mujeres
que adoptaron la táctica de denuncia ecologista consistente en permanecer
abrazadas a los árboles para evitar que fueran talados. Ha trabajado los
vínculos entre la ecología, el género y la pobreza y se ha convertido en una de
las activistas ambientales y antiglobalización más influyentes del mundo. Ha
recibido diversos reconocimientos, entre ellos, el Premio Nobel Alternativo en
1993.
Entre los
textos de Vandana Shiva, en español, se encuentran Abrazar la vida. Mujer,
ecología y desarrollo (1995), La praxis del ecofeminismo:
biotecnología, consumo y reproducción (1998), Cosecha robada: el
secuestro del suministro mundial de alimentos (2003), Manifiesto para
una democracia de la tierra: justicia, sostenibilidad y paz (2006), Monocultivos
de la mente (2008). Otros títulos más recientes son: The
Vandana Shiva Reader (2014), Who Really Feeds the World? (2016)
Gloria Anzaldúa nace en el Valle de Tejas el 26 de
septiembre de 1942, hija de Urbano y Amalia Anzaldúa. A los once años, su
familia se traslada a Hargill, Texas. A los catorce años, sufre la muerte de su
padre. Anzaldúa puede lograr una educación universitaria a pesar del racismo,
sexismo y otras formas de opresión que ella experimenta en su vida como una
tejana de séptima generación (ver entrevista con Karin Ikas). Recibe su grado
en la Universidad Panamericana, y su maestría de la Universidad de Texas en
Austin. Anzaldúa trabaja unos años como maestra de escuela antes de ir a Austin
para obtener su maestría, también completa sus estudios de doctorado en
literatura comparativa en la Universidad de Texas en Austin. En 1977 se muda
para California donde hace sus escritos, trabaja como catedrática en la
Universidad Estatal de San Francisco; la Universidad de California en Santa
Cruz; la Universidad Atlántica de Florida; y otras.
Ella es la
más famosa co-autora de This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women
of Color (1981) con Cherríe Moraga, autora de Making Face, Making Soul/Haciendo
Caras: Creative and Critical Perspectives by Women of Color (1990), y co-autora
de This Bridge We Call Home: Radical Visions for Transformation (2002). También
escribe Borderlands/La Frontera: The New Mestiza en 1987. Entre sus libros para
niños está Prietita Has a Friend (1991), Friends from the Other Side - Amigos
del Otro Lado (1993), Prietita y La Llorona (1996). Anzaldúa también escribe
muchos trabajos de ficción y poesía.
Sus trabajos se mueven entre inglés y español al mismo
tiempo para converger en una sola lengua. En Borderlands se identifica con
múltiples identidades. Su autobiografía "La prieta," se publica en
inglés en la obra This Bridge Called My Back, y en español en Esta puente, mi
espalda: Voces de mujeres tercermundistas en los Estados Unidos. Hay que hacer
notar que el espacio de Anzaldúa mezcla culturas ? sincretismo religioso?,
idiomas ?inglés y español?, prosa y poesía, así como sexualidad y género. Por
su trabajo, Anzaldúa ha sido muy laureada por This Bridge Called My Back:
Writings by Radical Women of Color con el reconocimiento de "Before
Columbus Foundation American Book Award" en 1986. Borderlands/La Frontera:
The New Mestiza es reconocido como uno de los 38 mejores libros de 1987 por
Library Journal y uno de los 100 mejores libros del siglo, por Hungry Mind
Review y Utne Reader.
En 1991, Anzaldúa es honrada con el National Endowment for
the Arts como reconocimiento por su trabajo de ficción en 1991 y el Lesbian
Rights Award. En 1992, es reconocida con la mención The Sappho Award of
Distinction. Ella también es laureada con el Lambda Lesbian Small Book Press
Award y American Studies Association (mención vitalicia). Anzaldúa ha
contribuido con la definición de feminismo, así como también en el área
cultural de la teoría/ chicana y queer (lesbianas y gays). Una contribución muy
especial fue la introducción del término mestizaje para el público
estadounidense, que significa la concepción del estado de estar 'más allá'. En
sus trabajos teóricos, Anzaldúa invoca una nueva mestiza (¿new mestiza?), que
ella describe como un sujeto consciente de sus conflictos de identidad y usa el
término el nuevo ángulo de visión (¿new angles of vision?) con el fin de retar
el pensamiento binario en el occidente. El modo de pensar de la ¿new mestiza?
se encuentra ilustrado en el feminismo post-colonial (243). Mientras que la
raza normalmente divide a la gente, Anzaldúa le pide a la gente de diferentes
razas que confronte sus miedos a fin de incorporarse a un mundo donde haya
menos odio y sea más fructífero para todos. En "La Conciencia de la
Mestiza: Towards a New Consciousness", un texto usado en cursos para
estudios sobre la mujer, Anzaldúa insiste que el separatismo invocado por los
chicanos no ayuda a mejorar la causa, más bien, lo que hace es mantener la
división racial estancada en el mismo lugar.
Muchos de sus trabajos retan el statu quo del movimiento en
el que ella se involucra. La idea de retar a esos movimientos es contribuir a
que un verdadero cambio ocurra en el mundo, no exclusivo de algunos grupos
solamente. Anzaldúa es reconocida como una mujer muy espiritual, su abuela fue
una curandera. En muchos de sus trabajos ella invoca su devoción a la Virgen de
Guadalupe, divinidades Náhuatl/Toltecas, y la mitología Yoruba Orishás Yemayá y
Oshún. En sus últimos escritos, ella desarrolla un activismo espiritual para
describir como los actores sociales contemporáneos pueden mezclar la
espiritualidad con la política a fin de hacer un cambio revolucionario. Anzaldúa
muere el 15 de mayo del 2004 en su casa en Santa Cruz por causas de
complicaciones diabéticas, a pocas semanas de terminar su disertación del
doctorado en la Universidad de California, Santa Cruz.
Una de las
pensadoras más osadas, originales y controvertidas de nuestro tiempo en el
campo de los estudios culturales, de la ciencia y de la tecnología.
En medio de una
devastación ecológica en aumento constante, la teórica feminista multiespecies
Donna J. Haraway, ofrece nuevas y provocadoras maneras de reconfigurar nuestras
relaciones con la tierra y sus habitantes.
«Seguir con el
problema reflexiona sobre la importancia de crear vínculos íntimos entre seres
humanos y no-humanos en la actual época geológica, que la autora opta por
llamar Chthuluceno en lugar del más difundido término de Antropoceno.»
Durante los
últimos doscientos años la humanidad ha dejado una huella tan negativa en el
medioambiente que algunos científicos hablan de una nueva era geológica: la era
del impacto del ser humano sobre la Tierra o Antropoceno. Sin embargo, Donna
Haraway prefiere referirse a ella como Chthuluceno, que describe más y mejor
como aquella época en la que humanos y no humanos se encuentran
inextricablemente ligados en prácticas tentaculares que requieren hacer-con.
Para Haraway es esencial aprender a seguir con el problema de vivir y morir
juntos en una tierra herida, ya que favorece un tipo de pensamiento que
facilita los medios para construir futuros más vivibles. El significante SF
–siglas en inglés de ciencia ficción, figuras de cuerdas, hechos científicos,
feminismo especulativo, fabulación especulativa y hasta ahora– es el hilo
teórico y metodológico conductor del libro, que consolida la reputación de
Haraway como una de las pensadoras más osadas y originales de nuestro tiempo.
ASÍ COMIENZA LA
OBRA Trouble es una palabra interesante. Deriva de un verbo francés del siglo
XIII que significa “suscitar”, “agitar”, “enturbiar”, “perturbar”. Vivimos
(todos los seres sobre Terra) en tiempos perturbadores, tiempos confusos, tiempos
turbios y problemáticos. La tarea es volvernos capaces de dar respuesta de
manera recíproca, en todos nuestros arrogantes tipos. Los tiempos confusos
están anegados de dolor y alegría; de patrones ampliamente injustos de dolor y alegría,
de un innecesario asesinato de la continuidad, pero también de un resurgimiento
necesario. La tarea es generar parientes en líneas de conexión ingeniosas como
una práctica de aprender a vivir y morir bien de manera recíproca en un
presente denso. Nuestra tarea es generar problemas, suscitar respuestas
potentes a acontecimientos devastadores, aquietar aguas turbulentas y
reconstruir lugares tranquilos. En tiempos de urgencias, es tentador tratar el
problema imaginando la construcción de un futuro seguro, impidiendo que ocurra
algo que se cierne en el futuro, poniendo en orden presente y pasado en aras de
crear futuros para las generaciones venideras. Seguir con el problema no
requiere de este tipo de relación con los tiempos llamados futuro. De hecho,
seguir con el problema requiere aprender a estar verdaderamente presentes, no
como un eje que se esfuma entre pasados horribles o edénicos y futuros
apocalípticos o de salvación, sino como bichos mortales entrelazados en
miríadas de configuraciones inacabadas de lugares, tiempos, materias,
significados.
CHTULUCENO,
ANTROPOCENO Y CAPITALOCENO Chtuluceno es un compuesto de dos raíces griegas
(khthôn y kainos) que juntas nombran un tipo de espaciotiempo para aprender a
seguir con el problema de vivir y morir con respons-habilidad en una tierra
dañada. Kainos significa ahora, un tiempo de comienzos, un tiempo para la
continuidad, para la frescura, lleno de herencias, de memorias y también de
llegadas, de criar y nutrir lo que aún puede llegar a ser. A diferencia del
Antropoceno o el Capitaloceno, el Chthuluceno está hecho a partir de historias
y prácticas multiespecies en curso de devenir-con, en tiempos que permanecen en
riesgo, tiempos precarios en los que el mundo no está terminado y el cielo no
ha caído, todavía… Contrariamente a los dramas dominantes en el discurso del
Antropoceno y el Capitaloceno –que invitan a extraños pánicos apocalípticos y
denuncias desconectadas– los seres humanos no son los únicos actores
importantes en el Chthuluceno. El orden ha sido retejido: los seres humanos son
de y están con la tierra, y los poderes bióticos y abióticos de esta tierra son
la principal historia.
DE LA MÍSTICA DE LA FEMINIDAD AL MITO DE LABELLEZA
Laura BRANCIFORTE Rocío ORSI Universidad Carlos III (Madrid)
Con este breve escrito queremos subrayar la importancia que tuvo y sigue
teniendo la figura de Betty Friedan, una mujer que, a pesar de ser
norteamericana, con su vida y su principal obra, inspiró y contribuyó a desatar
la segunda ola del feminismo en todo el mundo occidental. Su obra más conocida,
“La mística de la feminidad”, fue publicada en Estados Unidos en 1963 y ganó el
premio Pulitzer en 1964. A menudo se compara, por su fuerza y capacidad de
penetración, con “El segundo sexo”, la obra de la otra gran feminista de la
llamada segunda ola, la pensadora existencialista Simone de Beauvoir. Ambas obras
pertenecen a momentos y ámbitos diferentes, pero han marcado de forma igualmente
indeleble el feminismo occidental. Betty Friedan, que desapareció el pasado 4
de febrero del 2006 con 85 años, es recordada como una feminista activa y
militante durante los años sesenta y setenta y, en general, durante toda su
vida; como una mujer fuerte y carismática que hasta hace bien poco, en su autobiografía
de 1999 y casi octogenaria, decía entirse todavía "en plena forma".
Además de su revolucionario ensayo, a Betty Friedan se le debe
la fundación de al menos cuatro grandes organizaciones de mujeres, de las cuales
la más conocida fue la pionera NOW. Fundada en 1966, la NOW (National Organization
for Women) fue la sede desde la que se orquestó una revolución cuyo alcance ni siquiera
sus propias protagonistas podían sospechar: "sigo sin poder acabar de creerme
que nosotras, mujeres normales y corrientes, iniciáramos una revolución que trasformó
la sociedad". Desde esta organización, y en el marco de un feminismo igualitario,
Friedan reivindicaba la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en
todos los ámbitos pero, muy especialmente, reivindicaba el derecho de las
mujeres al trabajo: a un trabajo de verdad y no a empleos provisionales que entretuvieran
a las jóvenes hasta que llegara el momento de casarse. Así lo recuerda en el primer
borrador de la Declaración de Principios de NOW: "ha llegado el momento de
enfrentarse, con acciones concretas, a las condiciones que ahora impiden a las
mujeres disfrutar de la igualdad de oportunidades y de la libertad de elección
a las que tienen derecho, como norteamericanas y como seres humanos" (Friedan,
2003: 236).
NOW nacía en un momento en que lo que estaba en juego era
uno de los logros fundamentales en la lucha por la igualdad: el Título VII de la
Ley de Derechos Civiles, proclamado en 1964 y que prohibía la discriminación en
el trabajo por razón de raza y de sexo. Este movimiento feminista coincidía con
el despertar de una amplia explosión de movimientos libertarios: con la
reivindicación de los derechos civiles de los negros, con las protestas estudiantiles
y con las organizaciones pacifistas que emergieron contra la guerra de Vietnam.
Pero, sin lugar a dudas, lo que realmente "cambió la vida"
de tantas mujeres fue “La mística de la feminidad”, una obra que continúa la
tradición del feminismo liberal occidental que se remonta al pensamiento de
Mary Wollstonecraft y de John Stuart Mili, y cuyo objetivo principal fue la
extensión de los principios ilustrados a las mujeres, es decir, la reivindicación
de su igualdad jurídica con los hombres. El feminismo liberal es también un
movimiento ilustrado que aparece como reacción a prácticamente toda la tradición
filosófica que, desde Aristóteles hasta la modernidad y, paradójicamente, de
manera muy especial con la aparición de los movimientos igualitarios de la
Ilustración, sancionó la inferioridad (natural o normativa) de las mujeres respecto
de los hombres y su necesaria exclusión de la vida política. Con su pensamiento
Friedan logra recortar una distancia temporal de ciento cincuenta años desde que
en 1792 le público la Reivindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft,
y una distancia geográfica entre dos continentes. En esta línea, Friedan llama la
atención sobre la estrecha conexión entre lo público y lo privado, niega la
especificidad de la naturaleza femenina y subraya la igual capacidad de mujeres
y hombres. No es que aporte ideas significativamente diferentes de aquellas que
ya aportaron las primeras feministas: su defensa de la ciudadanía y la igualdad
es virtualmente la misma.
Así, en el contexto ya legalmente paritario de los Estados
Unidos en los años 60 y 70, una paridad que se obtuvo tras las acciones de las sufragistas
(especialmente Susan Anthony, Elisabeth Stanton y Lucy Stone), Friedan reafirma
la necesidad de una educación para las mujeres que les ofrezca la posibilidad
de realizar sus plenas potencialidades fuera de la esfera doméstica. Denuncia,
pues, la desigualdad no tanto legal sino factual de oportunidades entre hombres
y mujeres, la disyunción entre la supuesta objetividad institucional o la
igualdad formal de derechos y los prejuicios que de hecho funcionaban en toda la
sociedad y la consiguiente desigualdad real de género. La diferencia, pues,
estriba en que Friedan percibe cómo el imaginario social socava los logros de
una organización civil paritaria y se preocupa por individuar cuáles son esos
elementos del imaginario orientados a conservar la imagen tradicional de las
mujeres.
Fuente:De
la mística de la feminidad al mito de la belleza